sábado, 22 de octubre de 2011

Los pequeños detalles

El alumno según el, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó al maestro y observó  la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles.
Con gran destreza dio unos cuantos trazos de aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro: ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
Es que con esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.


Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles.
Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día.
Hay quienes pasan el tiempo esperando una oportunidad para demostrar de forma heroica  su amor por alguien. Lo triste es que mientras esperan esa gran ocasión dejan pasar muchas otras, modestas pero significativas.
Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha. Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan sía a día nuestra existencia.
Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono. Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen las que hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones...

lunes, 10 de octubre de 2011

Pantalones mojados

Un niño de nueve años está ubicado en su pupitre y, de repente, hay un charco a sus pies y la parte de adelante de sus pantalones de sus pantalones está mojada.
Piensa que su corazón se va a detener porque no puede imaginarse cómo esto pudo haber sucedido. Nunca antes le había pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no habrá final. Cuando las niñas se den cuenta, no volverán a hablarle mientras viva...
El niño piensa que su corazón se va a detener, agacha la cabeza y dice esta oración:
"Querido Dios, ¡Esta es una emergencia! Necesito ayuda ahora! Dentro de cinco minutos estoy muerto"
Al levantar la cabeza después de su oración, ve venir a la maestra con una mirada que dice que ha sido descubierto. Mientras la profesora camina hacia él, una compañera, de nombre Susie, va cargando un pez dorado en un acuario lleno de agua. Susie se tropieza frente a la profesora e inexplicablemente derrama toda el agua en el regazo del muchacho.
El niño aparenta estar enojado, pero al mismo tiempo está diciendo dentro de sí:
"Gracias señor, gracias señor, gracias señor"
Ahora, de repente, en lugar de ser ridiculizado, el niño es objeto de simpatía. La profesora lo lleva rápidamente abajo y le hace poner unos shorts de gimnasia mientras se secan sus pantalones.
Todos los otros niños están arrodillados limpiando al rededor de su pupitre.  La simpatía es maravillosa.
Pero, como así es la vida, el ridículo que le habría tocado enfrentar fue pasado sobre alguien más: Susie. Ella trata de ayudar, pero le dicen que se quite. "Has hecho suficiente, torpe!"
Al final de la jornada, mientras están esperando el bus, el niño se dirige a Susie y, en un murmullo dice:
"Lo hiciste a propósito, verdad?"
Susie le responde, también en un murmullo:
"Yo también me oriné en los pantalones una vez"

domingo, 9 de octubre de 2011

¡RENUNCIO!

Con la presente presento mi renuncia a ser adulto. He decidido aceptar
la responsabilidad de tener 6 años nuevamente.

Quiero ir a McDonalds y pensar que es un restaurante de 5 estrellas.
Quiero navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando
piedras al agua.
Quiero pensar que los dulces es mejor que el dinero, pues se pueden
comer.
Quiero tener un receso y pintar con acuarelas.
Quiero salir cómodamente de mi casa sin preocuparme como luce mi
cabello.
Quiero tener alguien que me arregle y me planche la ropa.
Quiero regresar a mi casa a una comida casera y que alguien corte mi
carne.
Quiero tomar largos baños y dormir 10 horas todas las noches.
Quiero recostarme a la sombra de un viejo roble y vender limonada con
mis amigos en un día caluroso de verano.
Quiero abrazar a mis padres todos los días y enjugar mis lagrimas en sus
hombros.
Quiero regresar a los tiempos donde la vida era simple.
Cuando todo lo que sabia eran colores, tablas de sumar y cuentos de
hadas; y eso no me molestaba, porque no sabia que no sabia y no me
preocupaba por no saber.
Cuando todo lo que sabia era ser feliz porque no sabia las cosas que
preocupan y molestan.
Quiero pensar que el mundo es justo. Que todo el mundo es honesto y
bueno.
Quiero pensar que todo es posible.
En algún lugar en mi juventud maduré y aprendí demasiado.
Aprendí de armas nucleares, guerras, prejuicio, hambre y de niños
abusados.
Aprendí sobre las mentiras, matrimonios infelices, del sufrimiento,
enfermedad, dolor y la muerte.
Aprendí que tu tienes que limpiar los inodoros.
Aprendí de un mundo que saben como matar y lo hacen.
Que paso con el tiempo que pensaba que todo el mundo viviría
para siempre, porque no entendía el concepto de la muerte, excepto
cuando perdí a mi mascota?
Cuando pensaba que lo peor que pasaba era que alguien me quitara mi
pelota de jugar o me escogiera de ultimo para ser su compañero de
equipo.
Cuando no necesitaba lentes para leer.
Quiero alejarme de las complejidades de la vida y excitarme nuevamente
con las pequeñas cosas una vez mas.
Quiero regresar a los días en que la música era limpia y sana.
Recuerdo cuando era inocente y pensaba que todo el mundo era feliz
porque yo lo era.
Caminaría de nuevo en la playa pensando solo en la arena entre los dedos de mis pies y la concha mas bonita que pudiera encontrar sin preocuparme por la erosión y la contaminación.
Pasaría mis tardes subiendo arboles y montando mi bicicleta hasta llegar
al parque, sin la preocupación de que me secuestren.
No me preocupaba el tiempo, las deudas, o de donde iba a sacar el dinero para arreglar el carro.
Solo pensaría en que iba a ser cuando grande, sin la preocupación de
lograrlo o no.
Quiero vivir simple, nuevamente.
No quiero que mis días sean de computadoras que se inhiben, de la
montaña de papeles en mi escritorio, de noticias deprimentes, ni de como sobrevivir unos días mas al mes cuando ya no queda dinero en la
chequera.
No quiero que mis días sean de facturas de médicos o medicinas.
No quiero que mis días sean de chismes, enfermedades y la pérdida de
seres queridos.
Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de
manos, de la palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, los
sueños, de la imaginación.
Quiero creer en la raza humana y quiero volver a dibujar muñecos en la
arena......
OH, SIII !!! Quiero volver a mis 6 años nuevamente ........ y ya está
decidido.

Zanahoria, huevo o café

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.

La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?" -"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?" El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?

¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

Y tú,¿cual de los tres eres?

Los diez mandamientos del holgazán

1 - Viva para descansar. 
2 - Ame su cama, ella es su templo.

3 - Si ve a alguien descansando, ayúdelo.

4 - Descanse de día para poder dormir de noche.

5 - El trabajo es sagrado, no lo toque.

6 - Nunca deje para mañana lo que pueda dejar para pasado mañana.

7 - Trabaje lo menos posible, lo que deba ser hecho, deje que otra
persona lo haga.

8 - Calma, nunca nadie murió por descansar, pero ud. puede lastimarse
trabajando...

9 - Cuando sienta deseos de trabajar, siéntese y espere que se le pase.

10 - No se olvide, el trabajo es salud. Déjelo para los enfermos.

Le pedí a Dios

Le pedí a Dios que me quitara el dolor. Dios dijo, NO. Yo no te lo debo quitar, sino tu lo tienes que dejar.
Le pedí a Dios que hiciera que mi niño paralitico fuera completamente sano. Dios dijo, No. Su espiritu esta completo, su cuerpo es solo temporal.
Le pedí a Dios que me concediera paciencia. Dios dijo No. La Paciencia viene como resultado de las tribulaciones, no se concede, se gana.
Le pedí a Dios que me diera felicidad. Dios dijo, NO. Te doy bendiciones. Tu decides si quieres ser feliz.
Le pedí a Dios que me librara del sufrimiento. Dios dijo NO. Los sufrimientos te alejan de los afanes del mundo y te acercan a mi.
Le pedí a Dios que hiciera crecer mi espiritu. Dios dijo NO. Debes crecer por ti mismo, y yo te voy a podar para hacerte dar fruto.
Le pedí a Dios por todas las cosas que podria disfrutar en la vida... Dios dijo, No. Te doy vida para que disfrutes de todas las cosas.
Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros, con el amor con que el me ama a mi. Dios me dijo... Ahhh, finalmente estas empezando a entender.

No digas Padre Nuestro

No digas Padre
sí cada día no te portas como su hijo

No digas nuestro
sí vives aislado en tu egoísmo

No digas que estás en los cielos
si sólo piensas en cosas terrenas

No digas santificado sea tu nombre
si no lo honras

No digas venga a nosotros tu reino
si lo confundes con el éxito material

No digas hágase tu voluntad
sí no la aceptas cuando es dolorosa

No digas el pan nuestro dánosle hoy
si no te preocupas por la gente con hambre...

No digas perdona nuestras ofensas
si guardas rencor a tu hennano...

No digas no nos dejes caer en la tentación
si tienes intención de seguir pecando

No digas líbranos del mal
sí no tomas partido contra el mal

No digas Amén
sí no has tomado en serio las palabras de esta oración.

Diez mandamientos para ser buenos padres

1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.

Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro.

Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.

2. Mantén un buen clima familiar.

Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa.

Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.

3. Educa en la confianza y el diálogo.

Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa.

4. Debes predicar con el ejemplo.

Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas.

Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice. 


5. Comparte con ellos el máximo de tiempo.

Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros.

A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana.

6. Acepta a tu hijo tal y como es.

Cada crío posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes.

No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias.

7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea.

Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean.

Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés.

Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos.

8. Los castigos no le sirven para nada.

Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas.

9. Prohíbele menos, elógiale más.

Para un crío es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar.

Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados.

10. No pierdas nunca la paciencia.

Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su autoconfianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas.

En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos.

Decálogo del estudiante

No estudies para la clase sino para la vida:
Si apruebas sin saber..., te encontrarás sin cimientos. Todas las asignaturas sirven aunque te parezcan inútiles.

Sé constante muchas horas de estudio:
La gota de agua perfora la roca. Vence la desgana inicial, es el peor momento. Arranca, lo demás es fácil.

Descansa lo necesario para poder estudiar con energía:
Estudia con vida, no amodorrado. Controla tu sueño, tu diversión, tu deporte. Todo como un medio para estar en forma en el estudio.

Confía en tus profesores. No tengas en cuenta solamente la voz de sus palabras, sino la fuerza de sus razones:
Sé educado, cortés, sumiso...., pero también busca las razones de las cosas.

No dejes materia atrasada. Ve al día en las lecciones.
Cuando amontonamos mucha materia, perdemos pronto el interés. Paso a paso, sin detenerse nunca, se llega muy lejos. Estudia con regularidad, no a golpes.

Pregunta cuando no entiendas, con el fin sólo de aclarar dudas:
Pregunta no por aparentar ante tus compañeros, sino con sencillez, Creer que se sabe todo es de necios y orgullosos.

Arranca de raíz la antipatía con ciertas asignaturas:
Hay asignaturas que no te entran porque no te gustan. No es buen método de estudio rodear las montañas, hay que subirlas. Las antipatías son destructivas.

Amplía tus conocimientos con lecturas complementarias.
No seas esclavo del texto. Busca lecturas que lo completen y que te ayuden a ser hombre. Busca libros que no pasan de moda.

Evita preocupaciones y vicios que absorben:
El hombre no puede vivir dividido: cerebro y corazón marchan juntos. Hay almas apagadas, incapaces de esfuerzo.

Que tu vida gire en torno al estudio:
El estudio no es el valor supremo: eres persona y eres cristiano, pero ciertamente el estudio ocupará un puesto importante en tu vida de estudiante. Dios premiará tu esfuerzo por el cumplimiento del deber.

Decálogo para ser plenamente infelíz

1 - Duerme menos horas de las que necesites, haz poco deporte y no te preocupes por las comidas. La salud no es lo bastante importante para prestarle atención.
2 - Tampoco cuides tu mente. Nuestro organismo ya tiene suficientes mecanismos para hacerlo por sí sólo. Dale vueltas a tu cabeza hasta que consigas aislarte del resto del mundo.
3 - Convierte tu trabajo y tus estudios en el centro de tu vida. Descuida tus relaciones con los demás y enciérrate en tu cuarto. Quizá los demás se harten de ti, pero conseguirás un buen futuro profesional.
4 - No muestres interés por a lectura, los trabajos manuales o el cine. Esas aficiones son propias de personas desocupadas y tú no lo eres. Convéncete de eso.
5 - Agóbiate todo lo que puedas: es sano vivir en continua tensión. Piensa continuamente en tus problemas y repítete que no tienen solución. Cuando todos te parezcan igualmente graves e insuperables, habrás conseguido amargarte por completo.
6 - No te molestes en organizarte, ya irán viniendo las cosas. Además, hagas lo que hagas, siempre te faltará tiempo y terminarás agobiado. Resígnate.
7 - Tampoco elabores proyectos para tu diva, porque nunca se cumplen. Si alguna vez caes en la tentación de preparar alguno, no se te ocurra esforzarte para conseguirlo. Lo mejor es dejarse arrastrar por los acontecimientos y no pensar en el futuro.
8 - No te quieras a ti mismo. Elabora para ello una lista con tus cualidades negativas y recítala en voz alta ante el espejo tres o cuatro veces al día. De ese modo, no sólo te la aprenderás de memoria, sino que te ayudará a estar continuamente amargado.
9 - Recuerda siempre que la culpa es de los demás. Críticales todo lo que puedas y estate siempre pendiente de sus juicios y valoraciones sobre ti. No des un paso ni tomes una decisión sin preguntarte qué pensará la gente de eso.
10 - Obsesiónate con ser feliz, éste es el mejor modo de no lograrlo. Dedica cinco minutos, antes de ir a la cama, a culpabilizarte por tus problemas y tus fallos. Así te darás cuenta de que la felicidad es algo inalcanzable.

El paraguas

En un pueblito de zona rural en los años 50, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo. A pesar de que la mayoría de sus habitantes eran creyentes, ante la situación límite, marcharon a ver al cura párroco y le dijeron:

- "Padre, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación."

- "Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable."

- "¡Díganos cuál es!", respondieron todos.

- "Hay que pedírselo con fe, con mucha fe, contestó el sacerdote."

- "¡Así lo haremos, y también vendremos a Misa todos los días!"

Los campesinos comenzaron a ir a Misa todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente. Un día, fueron todos a enfrentar al párroco y reclamarle:

- "Padre, usted nos dijo que si le pedíamos con fe a Dios que enviara las lluvias, El iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna."

- "¿Han ustedes pedido con fe verdadera?", les preguntó el párroco.

- "¡Sí, por supuesto!", respondieron al unísono.

- "Entonces, si dicen haber pedido con Fe Verdadera... ¿porqué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?"

El billete de 20$

Un orador inició su seminario mostrando al auditorio un billete de $20.00 dolares. Dirigiéndose a los 200 espectadores preguntó: "¿Quién quiere este billete?" Muchas manos se levantaron.
Luego dijo: "Se lo voy a dar a alguno de ustedes, pero primero permítanme hacerle esto..." Y lo hizo bolita, todo arrugado.
Entonces insistio "¿Quien todavia lo quiere?". Volvieron a subir las manos.
"Bien." Dijo. ¿Y si le hago esto?" Y lo dejó caer al suelo y lo empezó a hollar contra la tierra con su zapato. Al recogerlo, lo mostró al auditorio. Asi, todo arrugado y sucio preguntó:
"Y asi, ¿todavía lo quieren?".
Las manos se mantuvieron arriba.
"Amigos, han aprendido una lección muy valiosa: No importa todo lo que le haya hecho al billete, ustedes como quiera lo querían porque su valor no habia cambiado. Seguia valiendo los mismos 20 dolares."
Muchas veces en nuestras vidas caemos, nos arrugamos, o nos revolcamos en la tierra por las decisiones que tomamos y por las circunstancias que nos rodean. Llegamos a sentir que no valemos nada. Pero no importa lo que hayamos pasado o cuanto pueda ocurrirnos, nunca perdemos el valor que tenemos ante los ojos de Dios. Sucios o limpios, abatidos o finalmente alienados, para El somos invaluables.

Reflexión: El valor de nuestras vidas no procede de quienes somos o de lo que hacemos, sino de a QUIEN pertenecemos.

Hoy mi mejor amigo me dio una bofetada

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y
en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin
nada que decir, escribió en la arena: "HOY, MI MEJOR AMIGO ME DIO UNA BOFETADA."

Continuaron su camino y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo
salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un cincel y escribió en una
piedra: "HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA".

Intrigado, el amigo preguntó: "¿Por que después de que te lastimé,
escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?"

Sonriendo, el otro amigo respondió:

"Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena, donde
el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y desaparecerlo.

Por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la
piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento del mundo podrá
borrarlo".

He aprendido

Que cuando estás enamorado, se nota...
Que una persona diciéndome, "Me alegraste el día"... alegra mi día.
Que tener a un niño dormido en tus brazos, es una de las mas hermosas experiencias del mundo.

Que ser niño es mas importante, que estar en lo correcto.
Que nunca debes decir no a un regalo de un niño.
Que siempre puedo orar por alguien, cuando no tengo otro modo de ayudarlo.
Que no importa que tan serio requiera la vida que seas, todos necesitamos un amigo con el que podamos reír a carcajadas.

Que algunas veces, todo lo que una persona necesita, es una mano que sostener y un corazón que entender.
Que la vida es como una espiral. Mientras más se acerca al final, más rápido camina.
Que debemos estar felices porque Dios no nos da todo lo que pedimos.
Que el dinero no compra la clase.
Que esas pequeñas cosas que pasan diariamente, son las que hacen la vida espectacular.
Que debajo del duro escudo de las personas, hay alguien que quiere ser apreciado y amado.
Que Dios no hizo todo en un solo día... ¿Qué me hace pensar que yo puedo?

Que ignorar lo hechos... no cambia los hechos.
Que es el amor, no el tiempo... el que cura todas las heridas.
Que cada persona a la que conoces, merece ser obsequiada con una sonrisa.
Que no hay nada mas dulce, que dormir con tu pequeño hijo y sentir su respiración en tus mejillas.
Que nadie es perfecto... hasta que te enamoras de alguien.
Que las oportunidades nunca se pierden, alguien más tomará aquella que tu dejaste pasar.
Que desearía haber podido decirle a mi madre cuanto la amo una vez mas, antes de perderla para siempre.
Que uno debe decir palabras suaves y tiernas, porque mas adelante puedes tener que tragártelas.
Que una sonrisa, es la manera mas barata, de lucir mucho mejor...
Que no puedo elegir como me siento, pero puedo elegir que hago con respecto a eso.

Que cuando tu bebe toma tu dedo entre sus manitas, te ha atrapado para siempre...
Que todos quieren estar en la cima de la montaña, pero que toda la felicidad y experiencias agradables,  suceden mientras se escala hacia ella.

Un error afortunado

En el salón de clase había dos alumnos que tenían el mismo apellido: 
Urdaneta. Uno de los Urdaneta, el más pequeño, era un verdadero dolor de cabeza para la maestra: indisciplinado, poco aplicado en sus estudios, buscador de pleitos. El otro Urdaneta, en cambio, era un alumno ejemplar.  
Tras la reunión de representantes, una señora de modales muy finos se 
presentó a la maestra como la mamá de Urdaneta. Creyendo que se trataba de la mamá del alumno aplicado, la maestra se deshizo en alabanzas y felicitaciones y repitió varias veces que era un verdadero placer tener a su hijo como alumno. 
A la mañana siguiente, el Urdaneta revoltoso llegó muy temprano al colegio 
y fue directo en busca de su maestra. Cuando la encontró, le dijo casi entre 
lágrimas: “Muchas gracias por haberle dicho a mi mamá que yo era uno de sus alumnos preferidos y que era un placer tenerme en su clase. ¡Con qué alegría me lo decía mamá! ¡Qué feliz estaba! Ya sé que hasta ahora no he sido bueno, pero desde ahora lo voy a ser”    
La maestra cayó en la cuenta de su error pero no dijo nada. Sólo sonrió y 
acarició levemente la cabeza de Urdaneta en un gesto de profundo cariño. El pequeño Urdaneta cambió totalmente desde entonces y fue, realmente, un placer tenerlo en clase.

Las expectativas que abrigamos hacia una persona se las comunicamos y 
es probable que se conviertan en realidad.

Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, 
 en la próxima trataría de cometer más errores. 
 No intentaría ser tan perfecto, 
 me relajaría más. 
 Sería más tonto de lo que he sido; 
 de hecho, tomaría muy pocas cosas con seriedad.  
 Sería menos higiénico. 
 Correría más riesgos, 
 haría más viajes, 
 contemplaría más atardeceres, 
 subiría más montañas, 
 nadaría más ríos. 
 Iría a más lugares a donde nunca he ido, 
 comería más helados y menos habas, 
 tendría más problemas reales y menos imaginarios. 
 Yo fui una de esas personas 
 que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida;

claro que tuve momentos de alegría; 
 pero, si pudiera volver atrás,  
 trataría de tener sólo buenos momentos. 
 Por si no lo saben, 
 de eso está hecha la vida, 
 sólo de momentos, 
 no te pierdas el ahora. 
 Yo era uno de esos 
 que nunca iban a ninguna parte 
 sin un termómetro, 
 una bolsa de agua caliente, 
 un paraguas y un paracaidas. 
 Si pudiera volver a vivir, 
 comenzaría a andar descalzo a principio de la primavera 
 y seguiría así hasta concluir el otoño. 
 Daría más vueltas en calesita, 
 contemplaría más amaneceres 
 y jugaría con más niños. 
 Si tuviera otra vez la vida por delante. 
 Pero, ya ven, tengo 85 años  
 y sé que estoy muriendo.

Los clavos en la puerta

Había una vez un joven que tenía muy mal carácter y se la pasaba siempre 
bravo. Un día, su padre le regaló una bolsa de clavos y le dijo que, cada vez que perdiera la paciencia, clavara uno de ellos detrás de la puerta. 
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos y un número parecido los días 
siguientes. Poco a poco, a medida que pasaban las semanas, el joven fue 
aprendiendo a controlar su carácer, pues se convenció que era más fácil dominar su mal genio que seguir clavando clavos detrás de la puerta. 
Llegó por fin el día en que no se puso bravo ni una sola vez con lo que ese 
día no tuvo que clavar ningún clavo detrás de la puerta. Cuando se lo contó feliz a su padre, este le sugirió que, en adelante, cada día que lograra controlarse por completo, arrancara uno de los clavos que había colocado en los días anteriores detrás de la puerta. 
Fueron pasando los  días y el joven pudo finalmente anunciarle a su padre 
que ya no quedaban clavos por retirar de la puerta. 
Su padre lo tomó de la mano, lo llevó hasta la puerta y le dijo: 
-Te has esforzado muy duro, hijo mío, por controlar tu carácter. Te felicito. 
Pero mira todos esos huecos en la puerta. Ya nunca más será la misma. Cada vez que pierdes la paciencia y tratas a alguien con enojo, dejas cicatrices en su alma, exactamente como las que ves en la puerta. Es verdad que puedes ofender a alguien y luego retirar lo dicho y hasta pedirle disculpas, pero la cicatriz queda en 
el alma. 

Los tres coladores

En cierta ocasión, un hombre se acercó a Sócrates y le dijo: 
 -Tengo que contarte algo muy serio de un amigo tuyo. 
 Sócrates le miró profundamente con sus ojos de sabio y le preguntó: 
 -¿Ya pasaste lo que me quieres contar por la prueba de los tres coladores? 
 -¿Qué prueba es esa?  -le dijo desconcertado el hombre. 
 -Si no lo sabes,   escúchame  bien. El primero de los tres es el colador de la 
verdad. ¿Estás completamente seguro de que es cierto lo que me quieres contar? 
 -En realidad, seguro, seguro, no. Creo que es cierto porque  lo escuché de 
un hombre muy serio, que no acostumbra decir mentiras. 
 -Si eso es así, con toda seguridad que no lo pasaste por el segundo 
colador. Se trata del colador de la bondad.  
 El hombre se sonrojó y respondió con timidez: 
 -Ciertamente que no.  
 Sócrates lo miró compasivamente y siguió diciéndole: 
 -Aunque hubieras pasado lo que quieres decirme por estos dos primeros 
coladores, todavía te faltaría el tercero, el de la utilidad. ¿Estás seguro que me va 
a ser  realmente útil  lo que  quieres contarme? 
 -¿Util? En verdad, no.  
 -¿Ves? –le dijo el sabio-, si lo que me quieres contar no sabes si es 
verdadero,  y ciertamente  no es ni bueno ni provechoso, prefiero que no me lo 
digas y lo guardes sólo para ti.



Habla sólo lo positivo de los demás para que se sientan aceptados, 
valorados, respetados. Palabras que animan, que siembran confianza, que 
tumban prejuicios y barreras, que calientan corazones. La palabra puede herir o 
animar, desanimar o entusiasmar, ser látigo o caricia. Combate las ideas 
preconcebidas, borra los prejuicios, limpia las mentes. No juzgues a los demás si  
no quieres ser juzgado. 

La vasija


Un cargador de agua tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón. Cuando llegaba, la vasija rota sólo contenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines a los cuales fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable, porque sólo podía hacer la mitad de lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas, sólo puedes entregar la mitad de mi carga y obtienes la mitad del valor que deberías recibir" El aguador, apesadumbrado le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa, quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.” Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo. Pero de todos modos se sintió apenada porque, al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. El aguador le dijo entonces: ¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vamos, y todos los días las has regado.  Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.

Todos tenemos grietas y limitaciones, y aun así, todos valemos. Con frecuencia, nuestras debilidades son fortalezas. El ser conscientes de 
ellas nos vuelve humildes y comprensivos. 

Si cambió algo


Un amigo nuestro iba caminando al atardecer por una playa desértica. Mientras caminaba, divisó a otro hombre a lo lejos. Al acercarse, notó que el lugareño se agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua. Una y otra vez lanzaba cosas al océano. Cuando nuestro amigo se acercó más todavía, vio que el hombre recogía estrellas de mar que se habían clavado en la playa, y una por vez, las iba devolviendo al agua. Nuestro amigo se sintió confundido. Se acercó y dijo: “Buenas tardes, amigo, Me pregunto qué está haciendo.” Devuelvo estas estrellas de mar al océano. ¿Ve?, en este momento la marea está baja y todas estas estrellas quedaron en la arena, si no las echo nuevamente al mar, se mueren aquí por falta de oxígeno. Ya entiendo -respondió el amigo- pero ha de haber miles de estrellas de mar en esta playa, es imposible agarrarlas a todas, son demasiadas, además, seguramente esto pasa en cientos de playas a lo largo de toda la costa, ¿no se da cuenta que no cambia nada? El lugareño sonrió, se agachó, levantó otra estrella de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió: ¡Para ésta, sí cambió algo!

La ranita sorda


Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: ¿No escuchabas lo que te decíamos?
La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.
Lección
: El poder de la palabra. Una voz de aliento de alguien es en muchos casos muy necesario para ayudarnos a salir de problemas.

La pregunta más importante


En cierta ocasión, durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, el profesor nos hizo un examen sorpresa. Leí rápidamente todas las preguntas, hasta llegar a la última: ¿Cómo se llama la mujer que limpia la escuela?
Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, unos 50 años, pero, ¿cómo iba a saber su nombre? Entregué el examen sin contestar la última pregunta.
Antes de terminar la clase, alguien le preguntó al profesor si esa pregunta contaría para la calificación. “Definitivamente” dijo el profesor. En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aún si ustedes sólo les sonríen y dicen: ¡Hola!
Nunca olvidaré esa lección, y supe luego que su nombre era Dorothy. 
Lección: Debemos aprender que el ser humano es como tal por que está lleno de valores, respeto hacia el otro, racionalidad y sentimientos, por tanto todos somos importantes.

sábado, 8 de octubre de 2011

Parábola de un lápiz

Un hacedor de lápices tomó uno de éstos, justo antes de meterlo en su caja le dio unos consejos. "Hay cinco cosas que debes saber antes que seas enviado al mundo. Siempre recuérdalas y serás el mejor lápiz."
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de alguien más.
2- Experimentarás el dolor algunas ocasiones en que te saquen punta, pero será necesario para que seas cada vez mejor.
3- Tendrás errores, pero tienes un borrador para corregirlos todos.
4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro. Y...
5- En cualquier superficie que seas usado, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar escribiendo.


MORALEJA:
Podríamos ahora, ponernos nosotros en el lugar del lápiz y recordar estas cinco cosas para ser, cada día, una mejor persona.
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de Dios.
2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones de luchas y sufrimientos, pero será necesario para que seas más fuerte y valiente cada vez.
3- Tendrás errores, pero tendrás humildad para corregirlos todos y crecer por medio de ellos.
4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro del corazón, y ...
5- En cualquier superficie que camines, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar sirviendo a Dios en cada momento.

viernes, 7 de octubre de 2011

De ti no espero


No espero de ti la perfección,
porque te respeto tal como eres,
y no pretendo que no falles nunca,
porque eres, como yo, un ser humano.
No quiero saber todos tus secretos,
sé que eres una persona aparte.
Ni que cubras todas mis necesidades;
porque comprendo que tienes esperanzas y sueños propios.
No pongo en duda tu fuerza,
porque sé lo lejos que has llegado,
pero tampoco espero que tú lleves toda la carga,
pues yo estoy aquí para llevarla contigo.
No pido que conozcas todas las respuestas:
sé que habrá veces que tendrás tantas dudas como yo.
Sólo te pido que me cuentes como amiga cuando necesites apoyo o alegría,
como socia en los sueños y el futuro,
como consuelo cuando necesites olvidar el mundo exterior.
Y te pido que recuerdes siempre lo mucho que te amo.

Angelitos

Dios estaba en el cielo mirando cómo actuaban los hombres en la tierra. Reinaba la desolación, más de seis mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor, suspiró el Señor. El padre vio a tantos humanos en guerra, esposos y esposas que no completaban su espíritu, ricos y pobres apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados, que un buen día reunió a un ejército de ángeles y les dijo: "Pueden ver a los seres humanos, necesitan ayuda, tendrán que bajar a la tierra" -Nosotros? preguntaron los ángeles ilusionados y asustados, llenos de fe. "Si, ustedes son los indicados nadie más podría cumplir esta tarea. Hice al hombre a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Unos alcanzarían riquezas para compartir con los pobres, otros gozarían de buena salud para cuidar a los enfermos, unos serían sabios y otros muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrían que rezar por los que actuaran como si fueran malos.. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la tierra, la felicidad eterna." De qué se trata? Preguntaron inquietos los angelitos. "Como los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado, bajarán ustedes con francas distinciones y tareas especiales.
Tu tendrás memoria y concentración de excelencia, seras ciego.
Tu tendrás pensamientos profundos, escribirás libros, serás poeta. Tendrás parálisis cerebral.
A ti te daré el don del amor y serás su persona, habrá muchos otros como tu en toda la tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre. Tendrás síndrome de Down.
Tu vivirás en la tierra pero tu mente se mantendrá en el cielo, preferirás escuchar mi voz a la de los hombres. Tendrás autismo."
Al ultimo angelito le dijo: "Serás hábil como ninguno, te faltarán los brazos y harás todo con las piernas y la boca."
Los ángeles se sintieron felices con la distinción del Señor. Aunque les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión. "Cuánto tiempo viviremos sin verte" -No se preocupen estaré con ustedes todos los días, además esto será solo unos cuantos años.
Cada uno llegó al vientre de una madre, ahí se formaron durante seis, siete, ocho o nueve meses. Al nacer fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres reusaron la tarea, otros la asumieron enojados, otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros más lloraron con amor y aceptaron el deber. Siguen bajando ángeles a la tierra con espíritus superiores en cuerpos y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Como los angelitos saben que su misión y sus virtudes son unión, fe, esperanza y caridad gobernadas por el amor, ellos han sabido perdonar y con gran paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar.

La mujer es mujer

La mujer quiere una mirada profunda y también una caricia. Ella no quiere compañía pasajera, quiere presencia.
La mujer quiere, lo más sencillo de otorgar: afecto, dulzura y amor.
La mujer no busca una mano, busca tacto. No busca momentos efímeros, espera acontecimientos duraderos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría. Ofrece lo que siempre has podido dar.
La mujer no desea un cuerpo, desea un abrazo. No desea halagos, desea palabras.
La mujer no desea unos labios, desea un beso. No desea ser persona, desea ser mujer.
La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo.
La mujer no espera pasión, espera romance. No espera sexo, espera amor.
La mujer no espera belleza, espera que la hagan sentir bella.
La mujer es mujer, no la trates como a un hombre.
La mujer es mujer: no es física, es sentimental.
La mujer no es cuerpo, es corazón.
La mujer no eres tu, no la trates como esperas que te traten.
La mujer no es para poseerla, es para admirarla.
La mujer no es para convencerla, es para conquistarla.
La mujer no es para conocerla superficialmente, es para entenderla en profundidad.
No es siempre lo que tu crees, es mucho más.
La mujer no es difícil, es misteriosa.
La mujer no es tacto, es caricia Ella no es espina, es la rosa.
Eso quiere, eso busca, eso desea.
Puedes dárselo? Si piensas que si, entonces te has ganado el calificativo de Hombre.
Si piensas que no, trata de por lo menos no hacerla sufrir y no dejar pasar el momento para poder comprenderla.
Recuerda que ella es eso...
Simplemente: Una Mujer.

La tortuga en el poste


Un joven está paseando por la plaza de un pueblo y decide tomar un descanso.
Se sienta en un banco… al lado hay un señor de más edad y, naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre los Legisladores y similares.
El señor le dice al joven:
- “¿Sabe? – LOS LEGISLADORES Y DEMÁS, SON COMO UNA TORTUGA EN UN POSTE.”
Después de un breve lapso, el joven responde:
- “No comprendo bien la analogía… ¿Qué significa éso, señor?”
Entonces, el señor le explica:
- “Si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio, ¿Qué se te ocurre?”
Viendo la cara de incomprensión del joven, continúa con su explicación:
- Primero: No entenderás cómo llegó ahí.
- Segundo: No podrás creer que esté ahí.
- Tercero: Sabrás que no pudo haber subido solita ahí
- Cuarto: Estarás seguro que no debería estar ahí.
- Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras esté ahí.
“Entonces lo único sensato sería ayudarla a bajar.”

Dios no te preguntará

Dios no te preguntará que modelo de auto usabas
Te preguntará a cuanta gente llevaste.


Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa
Te preguntará a cuanta gente recibiste en ella.


Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario
Te preguntará a cuantos ayudaste a vestirse.


Dios no te preguntará cuan alto era tu sueldo
Te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.


Dios no te preguntará cual era tu título
Te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.


Dios no te preguntará cuántos amigos tenías
Te preguntará cuanta gente te consideraba su amigo.


Dios no te preguntará en qué vecindario vivías
Te preguntará como tratabas a tus vecinos.


Dios no te preguntará por el color de tu piel
Te preguntará por la pureza de tu interior.


Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la salvación
Te llevará con amor a tu casa en el cielo, no a las puertas del infierno.


Dios no te preguntará a cuantas personas compartiste este mensaje
Simplemente te preguntará si te dio vergüenza hacerlo.

Salí con otra mujer

Después de 21 años de matrimonio descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer. En realidad había sedo idea de mi esposa.
-Tu sabes que la amas-. Me dijo un día, tomándome por sorpresa;
-La vida es muy corta, dedícale tiempo-. Pero yo te amo a ti, protesté.
-Lo se, pero también la amas a ella-. La otra mujer a quien mi esposa quería que yo visitara era mi madre, viuda desde hacía 19 años. Pero las exigencias de mi trabajo y mis tres hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente. Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine. -Que te ocurre? Estás bien?-. Me preguntó. Mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde por la noche o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias. Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo, los dos solitos, que opinas? Reflexionó sobre ello un momento. Me agradaría muchísimo, dijo. Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo. Me encontraba algo nervioso. Era el nerviosismo que antecede a una cita. Cuando llegué a su casa me esperaba en la puerta con su viejo abrigo puesto. Se había rizado el pelo y usaba el vestido con el que celebró su ultimo aniversario de bodas. Su rostro sonreía, irradiaba luz, como un ángel.
-Le dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo y se mostraron muy impresionadas -me comentó- no pueden esperar a mañana para escuchar a cerca de nuestra velada. Fuimos a un restaurante no muy elegante, si muy acogedor. Mi madre se aferró a mi brazo como si fuera la primera dama de la nación. Cuando nos sentamos tuve que leerle el menú, sus ojos solo veían grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas levanté la vista, mamá estaba sentada al otro lado de la mesa y me miraba, una sonrisa nostálgica se delineaba en sus labios.
-Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño, recuerdas?
-Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolverte el favor.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación, hablamos tanto que nos perdimos el cine.
-Saldré contigo otra vez, pero solo si me dejas invitar- dijo mi madre.
La sentí, la besé, la abracé.
Como estuvo tu cita? Quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche. Muy agradable, gracias, mucho más de lo que imaginé.
Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo. Todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre del restaurante de donde habíamos cenado mi madre y yo y una nota que decía: "La cena está pagada por anticipado. Estaba casi segura de que no podría estar allí. Pero igual pagué para dos, para ti y para tu esposa. Jamás podrás entender l que aquella noche significó para mi. Te Amo."

El anillo de compromiso

Un joven entró a una joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le presentó uno de oro con una hermosa piedra solitaria que brillaba como un diminuto sol resplandeciente. Contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Luego preguntó el precio y se dispuso a  pagarlo. Se va a casar usted pronto?, preguntó el joyero. No, ni siquiera tengo novia, respondió el muchacho. La muda sorpresa del joyero animó al joven a dar una explicación. Sabe este anillo es para mi mamá. Cuando yo iba a nacer estuvo sola. Alguien le aconsejó que abortara para evitarse problemas pero ella se negó, me quiso y me dio el don de la vida. Y vaya que tuvo muchos problemas, fue padre y madre para mi. Y fue amiga y hermana y maestra, y me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso, ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mi ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue otro anillo de compromiso pero ese será el segundo.
El joyero no respondió nada. Solamente ordenó a su cajera que le hiciera al muchacho el descuento reservado para los clientes realmente importantes.

Chicos enamorados

Esta es la historia de un chico que tenía serios problemas con el cáncer. Un cáncer para el cual no había ni remedio, ni marcha atrás. A sus 17 años podría morir en cualquier instante. A ultimas fechas había vivido encerrado en su casa bajo el cuidado de su madre. Estaba ya harto y decidió salir por una vez. Vio una tienda de música y al notar en el aparador a una muy guapa chica de su edad, abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera a ella y sus brillantes ojos. -Hola, te puedo ayudar en algo?- Fue amor a primera vista, mientras el pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida. Tartamudeante le dijo: si me gustaría comprar un disco. Sin pensar tomó el primero que vio. -Quieres que te lo envuelva para regalo?- el le dijo que si. El joven salió de la tienda, se fue a su casa y desde ese día en adelante visitó la tienda de discos siempre para comprar uno más. Ella se los envolvía para luego llevárselos el a su casa y meterlos otra vez al closet. El era muy tímido como para invitarla a salir. La mamá se enteró e intentó animarlo. Así que al día siguiente se armó de coraje y se dirigió a la tienda, como siempre... Un disco. Muy discretamente dejó su teléfono en el mostrador. Pasaron los días hasta que una vez sonó el teléfono de la casa de este joven. Y contestó la señora, se trataba justamente la niña de la tienda quien preguntó por su hijo, la madre desconsolada comenzó a llorar mientras le decía: Rodrigo murió ayer.
Hubo un silencio prolongado, difícil. Más tarde la madre entró a su cuarto para recordarlo. Para su sorpresa se topó con montones de discos envueltos. Ni uno estaba abierto, le causó curiosidad, tomó uno y se sentó sobre la cama para observarlo. Un pequeño pedazo de papel salió de la cajita plástica que decía: Hola, estás súper guapo, me gustaría salir contigo. Por qué no me invitas?... Sofía.
Emocionada la madre abrió más y más discos, todos decían lo mismo.
Es que así es la vida, no debemos esperar demasiado para decirle a ese alguien especial lo que verdaderamente sentimos. Dícelo hoy, hazlo ahora, mañana podría ser muy tarde.

Canción: Oración por la familia

Que ninguna familia comience en cualquier derrepente
Que ninguna familia se acabe por falta de amor.
La pareja sea el uno en el otro de cuerpo y de mente
Y que nada en el mundo separe un hogar soñador.


Que ninguna familia se albergue debajo de un puente
Y que nada interfiera en la vida, en la paz de los dos.
Y que nadie los haga vivir sin ningún horizonte
Y que puedan vivir sin temer lo que venga después.


*CORO

La familia comience sabiendo por que y donde va
Y que el hombre retrate la gracia de ser un papá.
La mujer sea cielo, ternura, afecto y calor
Y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.


Bendecid oh Señor las Familias, amén.
Bendecid oh Señor la mía también. (Bis)


Que marido y mujer tengan fuerzas de amar sin medida
Y que nadie se vaya a dormir sin buscar el perdón.
Que en la cuna los niños aprendan el don de la vida
La familia celebre el milagro del beso y del pan.


Que marido y mujer de rodillas contemplen sus hijos
Que por ellos encuentren la fuerza de continuar.
Y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo
Pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar.


*CORO
La familia comience sabiendo por que y donde va
Y que el hombre retrate la gracia de ser un papá.
La mujer sea cielo, ternura, afecto y calor
Y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.


Bendecid oh Señor las Familias, amén.
Bendecid oh Señor la mía también. (Bis)