domingo, 9 de octubre de 2011

Si cambió algo


Un amigo nuestro iba caminando al atardecer por una playa desértica. Mientras caminaba, divisó a otro hombre a lo lejos. Al acercarse, notó que el lugareño se agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua. Una y otra vez lanzaba cosas al océano. Cuando nuestro amigo se acercó más todavía, vio que el hombre recogía estrellas de mar que se habían clavado en la playa, y una por vez, las iba devolviendo al agua. Nuestro amigo se sintió confundido. Se acercó y dijo: “Buenas tardes, amigo, Me pregunto qué está haciendo.” Devuelvo estas estrellas de mar al océano. ¿Ve?, en este momento la marea está baja y todas estas estrellas quedaron en la arena, si no las echo nuevamente al mar, se mueren aquí por falta de oxígeno. Ya entiendo -respondió el amigo- pero ha de haber miles de estrellas de mar en esta playa, es imposible agarrarlas a todas, son demasiadas, además, seguramente esto pasa en cientos de playas a lo largo de toda la costa, ¿no se da cuenta que no cambia nada? El lugareño sonrió, se agachó, levantó otra estrella de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió: ¡Para ésta, sí cambió algo!

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